Descripción: La Fatiga de Alertas ocurre cuando los equipos de seguridad se desensibilizan a las alertas debido al alto volumen de notificaciones. Este fenómeno se presenta cuando los profesionales de seguridad reciben un flujo constante de alertas, muchas de las cuales pueden ser irrelevantes o de bajo riesgo. Con el tiempo, esta sobrecarga de información puede llevar a una disminución en la capacidad de respuesta ante alertas críticas, lo que puede resultar en la omisión de amenazas reales. La Fatiga de Alertas es un desafío significativo en la gestión de información y eventos de seguridad, ya que puede comprometer la eficacia de las operaciones de seguridad y aumentar el riesgo de incidentes de seguridad. Las características principales de este fenómeno incluyen la desensibilización emocional, la reducción de la atención y la priorización ineficaz de las alertas. La relevancia de abordar la Fatiga de Alertas radica en la necesidad de mantener un entorno de seguridad robusto y efectivo, donde cada alerta se evalúe adecuadamente y se responda de manera oportuna. Para mitigar este problema, las organizaciones deben implementar estrategias que incluyan la mejora de la calidad de las alertas, la automatización de procesos y la capacitación continua del personal de seguridad, asegurando así que se mantenga la atención y la capacidad de respuesta ante amenazas potenciales.
