Descripción: La detección de amenazas se refiere a la identificación de amenazas potenciales, incluidos los ataques DDoS, mediante la monitorización y el análisis. Este proceso es fundamental en la ciberseguridad, ya que permite a las organizaciones anticiparse a posibles ataques y mitigar sus efectos. La detección de amenazas implica el uso de diversas herramientas y técnicas, como sistemas de detección de intrusos (IDS), análisis de comportamiento y ciberinteligencia, que ayudan a identificar patrones anómalos en el tráfico de red y en el comportamiento de los usuarios. Además, se integra con otras prácticas de seguridad, como la gestión de la postura de seguridad y la orquestación de seguridad, para proporcionar una respuesta más efectiva ante incidentes. La implementación de estrategias de confianza cero y la automatización de la respuesta a incidentes son también componentes clave en la detección de amenazas, ya que permiten una defensa más proactiva y adaptativa frente a un panorama de amenazas en constante evolución.
