**Descripción:** Un mapa de profundidad es una representación bidimensional que captura la distancia de las superficies de los objetos en una escena desde un punto de vista específico. Este tipo de imagen se utiliza en visión 3D y visión por computadora para proporcionar información sobre la geometría de una escena, permitiendo a los sistemas interpretar y analizar el entorno de manera más efectiva. En un mapa de profundidad, cada píxel representa la distancia desde la cámara hasta el objeto más cercano en esa dirección, lo que permite distinguir entre diferentes planos y estructuras en el espacio tridimensional. Esta información es crucial para aplicaciones que requieren una comprensión espacial, como la navegación autónoma, la reconstrucción 3D y la interacción humano-computadora. Los mapas de profundidad pueden generarse mediante diversas técnicas, incluyendo sensores de profundidad, estereoscopía y técnicas de aprendizaje profundo, lo que los convierte en una herramienta versátil en el campo de la tecnología visual. Su capacidad para transformar datos visuales en información espacial útil ha revolucionado áreas como la robótica, la realidad aumentada y la visión artificial, facilitando la creación de entornos interactivos y la mejora de la percepción de máquinas y dispositivos inteligentes.
**Historia:** El concepto de mapas de profundidad ha evolucionado desde los primeros experimentos en visión por computadora en la década de 1960. Inicialmente, se utilizaban técnicas rudimentarias para estimar la profundidad a partir de imágenes estéreo. Con el avance de la tecnología, especialmente en la década de 1990, se desarrollaron sensores de profundidad como el LIDAR, que permitieron obtener mapas de profundidad más precisos. En los años 2000, la popularización de cámaras de profundidad, como las de Microsoft, llevó a un aumento en la investigación y aplicaciones prácticas de mapas de profundidad en juegos, robótica y realidad aumentada.
**Usos:** Los mapas de profundidad se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluyendo la navegación autónoma de vehículos, donde permiten a los sistemas identificar obstáculos y planificar rutas. También son fundamentales en la reconstrucción 3D, donde se utilizan para crear modelos tridimensionales precisos de entornos. En el ámbito de la realidad aumentada, los mapas de profundidad ayudan a integrar objetos virtuales en el mundo real de manera coherente. Además, se utilizan en la segmentación de imágenes y en la mejora de la percepción en sistemas de visión artificial.
**Ejemplos:** Un ejemplo práctico de un mapa de profundidad es el utilizado en la tecnología de escaneo 3D, donde se generan modelos tridimensionales de objetos o entornos a partir de datos de profundidad. Otro ejemplo es el uso de mapas de profundidad en aplicaciones de realidad aumentada, como en juegos que requieren la interacción con el entorno físico, permitiendo que los objetos virtuales se coloquen de manera realista en el espacio. Además, los vehículos autónomos utilizan mapas de profundidad para detectar y evitar obstáculos en su camino.