Descripción: La resiliencia del ecosistema se refiere a la capacidad de un ecosistema para recuperarse de perturbaciones, como desastres naturales, cambios climáticos o actividades humanas. Este concepto implica no solo la habilidad de un ecosistema para volver a su estado original, sino también su capacidad para adaptarse y transformarse en respuesta a las alteraciones. La resiliencia se manifiesta a través de la diversidad biológica, la complejidad de las interacciones entre especies y la existencia de redundancias en los roles ecológicos. Un ecosistema resiliente puede absorber el impacto de perturbaciones sin colapsar, manteniendo sus funciones y servicios esenciales, como la regulación del clima, la purificación del agua y la provisión de hábitats. La resiliencia es crucial para la sostenibilidad, ya que ecosistemas saludables son fundamentales para el bienestar humano y la estabilidad del planeta. La evaluación de la resiliencia de un ecosistema puede ayudar a los científicos y gestores ambientales a identificar áreas vulnerables y a implementar estrategias de conservación efectivas, asegurando así la continuidad de los servicios ecosistémicos frente a futuros desafíos.
