Descripción: El cifrado funcional es un enfoque innovador en la criptografía que permite realizar cálculos específicos sobre datos cifrados sin necesidad de descifrarlos previamente. Esto significa que se pueden llevar a cabo operaciones matemáticas o lógicas en los datos protegidos, generando resultados que también están cifrados. Este tipo de cifrado es especialmente relevante en contextos donde la privacidad y la seguridad de los datos son primordiales, como en el manejo de información sensible en la nube o en sistemas de computación distribuida. A diferencia de los métodos tradicionales de cifrado, donde los datos deben ser descifrados para ser procesados, el cifrado funcional permite que los datos permanezcan en su forma cifrada durante todo el proceso, lo que minimiza el riesgo de exposición. Este enfoque se basa en conceptos matemáticos complejos y ha sido objeto de investigación en el ámbito de la criptografía avanzada. Su implementación puede ser más costosa en términos de recursos computacionales, pero ofrece una solución robusta para mantener la confidencialidad de los datos mientras se realizan operaciones sobre ellos.
Historia: El concepto de cifrado funcional fue introducido en 2009 por investigadores como Shai Halevi y otros, quienes exploraron sus fundamentos teóricos y aplicaciones prácticas. Desde entonces, ha evolucionado con el avance de la criptografía moderna y ha sido objeto de numerosos estudios académicos.
Usos: El cifrado funcional se utiliza en aplicaciones que requieren procesamiento de datos sensibles, como en servicios de computación en la nube, donde los datos de los usuarios deben permanecer privados mientras se realizan análisis o cálculos. También se aplica en sistemas de votación electrónica, en la protección de datos médicos y en el procesamiento de información sensible en diversas industrias.
Ejemplos: Un ejemplo de cifrado funcional es el sistema de votación electrónica que permite a los votantes emitir sus votos de manera cifrada, asegurando que los resultados puedan ser contabilizados sin revelar la identidad de los votantes. Otro ejemplo es el uso de cifrado funcional en el análisis de datos médicos, donde se pueden realizar estudios estadísticos sin acceder a la información personal de los pacientes.