Descripción: La pila de combustible de hidrógeno es un dispositivo innovador que convierte la energía química del hidrógeno en electricidad mediante una reacción electroquímica con oxígeno. Este proceso se lleva a cabo en un entorno controlado, donde el hidrógeno se oxida en el ánodo, liberando electrones que fluyen a través de un circuito externo, generando electricidad. Al mismo tiempo, en el cátodo, el oxígeno se reduce y se combina con los protones que han atravesado una membrana electrolítica, formando agua como subproducto. Esta tecnología se destaca por su alta eficiencia energética y su capacidad para producir electricidad de manera limpia, ya que su única emisión es vapor de agua. Las pilas de combustible de hidrógeno son consideradas una alternativa prometedora a los combustibles fósiles, contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y a la transición hacia un futuro más sostenible. Su versatilidad permite su aplicación en diversas áreas, desde la generación de energía estacionaria hasta la propulsión de vehículos, lo que las convierte en un componente clave en la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles y en la lucha contra el cambio climático.
Historia: La historia de las pilas de combustible de hidrógeno se remonta a 1839, cuando el científico galés Sir William Grove desarrolló la primera celda de combustible, conocida como la ‘célula de Grove’. Sin embargo, no fue hasta la década de 1960 que las pilas de combustible comenzaron a ser utilizadas en aplicaciones prácticas, como en el programa espacial de la NASA, donde alimentaron las primeras misiones espaciales tripuladas. A lo largo de las décadas, la tecnología ha evolucionado, mejorando su eficiencia y reduciendo costos, lo que ha permitido su adopción en aplicaciones comerciales y de transporte.
Usos: Las pilas de combustible de hidrógeno tienen diversas aplicaciones, incluyendo la generación de electricidad para edificios, sistemas de energía de respaldo, y como fuente de energía para vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV). También se utilizan en aplicaciones industriales, como en la producción de hidrógeno y en procesos químicos. Además, están siendo exploradas para su uso en el transporte marítimo y ferroviario, así como en sistemas de almacenamiento de energía renovable.
Ejemplos: Un ejemplo notable de pila de combustible de hidrógeno es el Toyota Mirai, un vehículo de pasajeros que utiliza esta tecnología para propulsarse. Otro caso es el uso de pilas de combustible en autobuses urbanos, como los modelos de la empresa Solaris, que operan en varias ciudades europeas. Además, la NASA ha utilizado pilas de combustible en sus misiones espaciales, como en el programa Apollo, donde proporcionaron energía eléctrica y agua potable a los astronautas.