Descripción: Interrumpir un proceso se refiere a la acción de detener temporalmente la ejecución de un programa o tarea en un sistema operativo. Esta acción es fundamental en la gestión de recursos del sistema, ya que permite liberar la CPU y otros recursos para que puedan ser utilizados por otros procesos. En sistemas operativos, la interrumpción se puede realizar mediante señales o mecanismos de control que notifiquen al proceso para pausar su ejecución. Esta funcionalidad es especialmente útil en entornos multitarea, donde múltiples procesos pueden estar ejecutándose simultáneamente. Interrumpir un proceso no implica su finalización; en cambio, permite que el proceso se reanude más tarde desde el mismo punto en el que fue detenido. Esto es crucial para la eficiencia del sistema, ya que permite a los usuarios y administradores gestionar mejor las cargas de trabajo y priorizar tareas según sea necesario. En entornos de desarrollo y administración de sistemas, la capacidad de interrumpir procesos es una herramienta esencial para la depuración y el control de aplicaciones, permitiendo a los desarrolladores realizar pruebas y ajustes sin necesidad de reiniciar completamente el sistema o la aplicación.