Descripción: Un balanceador de carga interno es un componente esencial en la arquitectura de redes que se encarga de distribuir el tráfico de red entre varias instancias dentro de una Virtual Private Cloud (VPC), sin exponer estas instancias a Internet. Su principal función es optimizar el uso de recursos, mejorar la disponibilidad y garantizar la escalabilidad de las aplicaciones. Al enrutar el tráfico de manera eficiente, permite que las aplicaciones manejen un mayor volumen de solicitudes sin comprometer el rendimiento. Este tipo de balanceador de carga es especialmente útil en entornos donde la seguridad es una prioridad, ya que mantiene las instancias detrás de un firewall, protegiéndolas de accesos no autorizados. Además, facilita la gestión del tráfico interno, permitiendo que las aplicaciones se comuniquen entre sí de manera fluida y eficiente. Las características clave de un balanceador de carga interno incluyen la capacidad de realizar chequeos de salud en las instancias, la posibilidad de configurar reglas de enrutamiento personalizadas y la integración con otros servicios de la nube, lo que lo convierte en una herramienta versátil para arquitecturas modernas basadas en microservicios.