Descripción: El impuesto de alojamiento es un gravamen que se aplica sobre el alquiler de propiedades utilizadas para el hospedaje, como hoteles, hostales y alquileres temporales. Este impuesto se implementa con el objetivo de generar ingresos que financien servicios locales, como el mantenimiento de infraestructuras, la promoción turística y la mejora de servicios públicos. A menudo, se presenta como un porcentaje del costo del alojamiento o como una tarifa fija por noche. Su recaudación es fundamental para las administraciones locales, ya que permite mejorar la calidad de vida de los residentes y la experiencia de los visitantes. Además, este impuesto puede variar significativamente de una región a otra, dependiendo de las políticas fiscales de cada localidad. En algunos lugares, se utiliza como una herramienta para regular el turismo, incentivando a los viajeros a optar por alojamientos más sostenibles o de menor impacto ambiental. En resumen, el impuesto de alojamiento no solo representa una fuente de ingresos para las ciudades, sino que también refleja la relación entre el turismo y el desarrollo local.
