Descripción: Un eclipse lunar es un fenómeno astronómico que ocurre cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra sobre esta última. Este evento puede ser total, parcial o penumbral, dependiendo de la alineación de los cuerpos celestes. En un eclipse lunar total, la Luna se sumerge completamente en la sombra de la Tierra, adquiriendo un tono rojizo, conocido como ‘Luna de sangre’, debido a la refracción de la luz solar a través de la atmósfera terrestre. Los eclipses lunares son visibles desde cualquier lugar de la Tierra donde sea de noche, lo que los convierte en eventos accesibles para la observación. Además, su periodicidad es predecible, ya que siguen un ciclo conocido como el ciclo de Saros, que dura aproximadamente 18 años y 11 días. Este fenómeno no solo es un espectáculo visual impresionante, sino que también ha sido objeto de estudio y fascinación a lo largo de la historia, influyendo en diversas culturas y tradiciones. La observación de eclipses lunares ha permitido a los astrónomos obtener información valiosa sobre la atmósfera terrestre y la dinámica del sistema solar, consolidando su importancia en el campo de la astronomía.
Historia: Los eclipses lunares han sido observados y documentados desde la antigüedad. Civilizaciones como los babilonios y los griegos ya registraban estos eventos, utilizándolos para desarrollar calendarios y predecir fenómenos astronómicos. En el siglo VIII a.C., el filósofo griego Anaxagoras explicó que los eclipses lunares ocurren cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna. A lo largo de la historia, los eclipses han sido interpretados de diversas maneras, desde presagios de eventos importantes hasta fenómenos naturales que desafiaban la comprensión de la época.
Usos: Los eclipses lunares tienen aplicaciones en la educación y la divulgación científica, ya que son eventos que pueden ser observados por el público en general. Además, han sido utilizados por astrónomos para estudiar la atmósfera terrestre y la refracción de la luz. En la antigüedad, también se usaron para establecer calendarios y marcar el tiempo.
Ejemplos: Un ejemplo notable de un eclipse lunar fue el que ocurrió el 27 de julio de 2018, cuando se observó una Luna de sangre en muchas partes del mundo. Otro caso significativo fue el eclipse lunar del 15 de junio de 2011, que fue visible en gran parte de Europa, África y Asia, y se destacó por su duración y el color intenso de la Luna durante el fenómeno.
