Descripción: El comportamiento malicioso se refiere a las acciones realizadas por usuarios o software que tienen la intención de causar daño a sistemas informáticos, redes o datos. Este tipo de comportamiento puede manifestarse de diversas formas, incluyendo la instalación de malware, el robo de información, la interrupción de servicios y la manipulación de datos. Las características principales del comportamiento malicioso incluyen la intencionalidad, la clandestinidad y la capacidad de eludir medidas de seguridad. Este fenómeno es relevante en el contexto actual, donde la digitalización y la interconexión de sistemas han aumentado la vulnerabilidad de las infraestructuras tecnológicas. La detección y prevención del comportamiento malicioso son fundamentales para proteger la integridad y la confidencialidad de la información, así como para garantizar la continuidad operativa de las organizaciones. Herramientas de seguridad, como software antivirus y sistemas de detección de intrusos, son ejemplos de recursos utilizados para identificar y mitigar este tipo de amenazas. La gestión de la postura de seguridad en la nube también juega un papel crucial, ya que las empresas migran cada vez más sus operaciones a entornos en la nube, lo que requiere un enfoque proactivo para prevenir comportamientos maliciosos que puedan comprometer datos sensibles.
