Descripción: El Protocolo de Enmascaramiento es un conjunto de reglas diseñado para oscurecer datos sensibles durante su transmisión, garantizando así la privacidad y la seguridad de la información. Este protocolo se utiliza principalmente en entornos donde la protección de datos es crítica, como en transacciones financieras, comunicaciones personales y almacenamiento de información confidencial. Su función principal es transformar datos legibles en un formato que no pueda ser interpretado sin la clave adecuada, lo que dificulta el acceso no autorizado. El enmascaramiento puede incluir técnicas como la sustitución de caracteres, la eliminación de información sensible o la codificación de datos, lo que permite que la información se transmita de manera segura. Este proceso no solo protege los datos en tránsito, sino que también asegura que, incluso si los datos son interceptados, no sean útiles para un atacante. La implementación de un protocolo de enmascaramiento efectivo es esencial para cumplir con normativas de protección de datos y para mantener la confianza de los usuarios en sistemas digitales. En un mundo donde las brechas de seguridad son cada vez más comunes, el enmascaramiento se ha convertido en una herramienta indispensable para las organizaciones que buscan salvaguardar la información de sus clientes y operaciones.