Descripción: La ortiga es una planta con flores que pertenece al género Urtica, conocido por sus pelos urticantes que pueden causar irritación en la piel al contacto. Estas plantas son comúnmente encontradas en regiones templadas y tropicales, y se caracterizan por sus hojas opuestas, dentadas y su tallo cuadrado. La ortiga puede alcanzar alturas de hasta un metro y se distingue por su color verde brillante. A pesar de su reputación como planta molesta, la ortiga tiene un papel ecológico importante, sirviendo como hábitat y fuente de alimento para diversas especies de insectos y aves. Además, su capacidad para crecer en suelos ricos en nitrógeno la convierte en un indicador de suelos fértiles. La ortiga ha sido utilizada en la medicina tradicional y en la alimentación, lo que resalta su versatilidad y relevancia en diferentes culturas. Su aspecto robusto y su resistencia la hacen una planta notable en la flora local, a menudo asociada con la naturaleza salvaje y la biodiversidad.
Historia: La ortiga ha sido utilizada desde la antigüedad, con registros que datan de hace más de 2,000 años. Los romanos la usaban para fabricar cuerdas y tejidos, mientras que en la medicina tradicional se le atribuían propiedades curativas. Durante la Edad Media, se utilizaba para tratar diversas dolencias y como fuente de alimento. En el siglo XIX, la ortiga fue redescubierta por sus beneficios nutricionales y medicinales, y en la actualidad sigue siendo valorada en la fitoterapia y la cocina.
Usos: La ortiga se utiliza en la medicina herbal para tratar afecciones como alergias, artritis y problemas digestivos. También se emplea en la elaboración de infusiones, suplementos nutricionales y productos cosméticos. En la cocina, las hojas jóvenes se pueden consumir en sopas, ensaladas y como sustituto de espinacas. Además, se utiliza en la industria textil para producir fibras naturales.
Ejemplos: Un ejemplo del uso de la ortiga es su inclusión en suplementos dietéticos que promueven la salud articular. También se puede encontrar en productos cosméticos como cremas y champús que aprovechan sus propiedades antiinflamatorias. En la gastronomía, la sopa de ortiga es un plato tradicional en varias culturas europeas.