Descripción: El forense de sistemas operativos es una disciplina dentro de la forense digital que se centra en el análisis de sistemas operativos para recuperar evidencia y entender el comportamiento del sistema. Esta práctica implica la recolección, preservación y análisis de datos de sistemas operativos, con el objetivo de identificar actividades sospechosas, intrusiones o comportamientos anómalos. Los expertos en forense de sistemas operativos utilizan herramientas especializadas para examinar archivos de registro, estructuras de archivos, y otros componentes del sistema que pueden contener información crítica sobre eventos pasados. La capacidad de interpretar correctamente esta información es esencial para reconstruir la secuencia de eventos que llevaron a un incidente de seguridad. Además, el forense de sistemas operativos no solo se limita a la recuperación de datos, sino que también incluye la evaluación de la integridad del sistema y la identificación de vulnerabilidades que podrían haber sido explotadas. Esta disciplina es fundamental en investigaciones criminales, auditorías de seguridad y en la resolución de disputas legales, donde la evidencia digital puede ser determinante para el resultado de un caso.
Historia: El forense de sistemas operativos comenzó a tomar forma en la década de 1990, cuando el aumento de la computación personal y el uso de Internet llevaron a un incremento en los delitos cibernéticos. A medida que los sistemas operativos se volvían más complejos, surgió la necesidad de desarrollar técnicas y herramientas específicas para el análisis forense. En 1999, el libro ‘Computer Forensics: A Pocket Guide for First Responders’ de Bruce Nikkel ayudó a establecer un marco para la respuesta inicial a incidentes y el análisis forense. Desde entonces, la disciplina ha evolucionado con la aparición de nuevas tecnologías y sistemas operativos, lo que ha llevado a la creación de herramientas avanzadas que permiten a los investigadores realizar análisis más profundos y eficientes.
Usos: El forense de sistemas operativos se utiliza principalmente en investigaciones criminales para recuperar evidencia digital relacionada con delitos cibernéticos, como el acceso no autorizado a sistemas, fraudes en línea y distribución de malware. También se aplica en auditorías de seguridad para evaluar la integridad de los sistemas y detectar vulnerabilidades. Además, es útil en la recuperación de datos en casos de fallos del sistema o eliminación accidental de información. En el ámbito legal, la evidencia obtenida a través del análisis forense de sistemas operativos puede ser presentada en juicios como prueba de actividades delictivas o para demostrar la inocencia de un acusado.
Ejemplos: Un caso notable de forense de sistemas operativos fue la investigación del hackeo a la red de Sony Pictures en 2014, donde los analistas examinaron los sistemas operativos comprometidos para identificar la fuente del ataque y recuperar datos robados. Otro ejemplo es el análisis realizado tras el ataque de ransomware WannaCry en 2017, donde los expertos analizaron los sistemas afectados para entender cómo se propagó el malware y qué medidas se podían tomar para prevenir futuros incidentes.