Descripción: La Autorización Abierta es un protocolo que permite a los servicios de terceros intercambiar información sin compartir contraseñas. Este enfoque se basa en la delegación de acceso, donde un usuario puede otorgar a una aplicación o servicio el permiso para acceder a sus datos en otra plataforma, sin necesidad de revelar sus credenciales. Esto se logra a través de tokens de acceso, que son generados por el servicio que contiene los datos y que permiten a la aplicación de terceros realizar acciones específicas en nombre del usuario. La Autorización Abierta se ha convertido en un estándar en la gestión de identidad y acceso, facilitando la integración de aplicaciones y mejorando la seguridad al reducir el riesgo de exposición de contraseñas. Además, este protocolo permite a los usuarios tener un mayor control sobre sus datos, ya que pueden revocar el acceso en cualquier momento, lo que contribuye a una experiencia más segura y personalizada en el uso de servicios digitales.
Historia: La Autorización Abierta, comúnmente conocida como OAuth, fue desarrollada en 2006 por un grupo de ingenieros de Twitter, Google y otros, con el objetivo de permitir a los usuarios compartir información de manera segura entre diferentes servicios sin comprometer sus contraseñas. La primera versión, OAuth 1.0, fue publicada en 2007, y desde entonces ha evolucionado a través de varias versiones, siendo OAuth 2.0 la más utilizada en la actualidad, lanzada en 2012. Esta evolución ha sido impulsada por la creciente necesidad de seguridad en la gestión de identidades y el acceso a datos en un entorno digital cada vez más interconectado.
Usos: La Autorización Abierta se utiliza principalmente en aplicaciones web y móviles para permitir a los usuarios iniciar sesión en servicios de terceros utilizando sus credenciales de una plataforma diferente, como Google o Facebook. Esto no solo simplifica el proceso de inicio de sesión, sino que también mejora la seguridad al evitar que los usuarios tengan que recordar múltiples contraseñas. Además, se utiliza en APIs para permitir que aplicaciones externas accedan a datos de manera controlada, lo que es esencial para la integración de servicios y la creación de ecosistemas digitales.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de Autorización Abierta es cuando un usuario utiliza su cuenta de Google para iniciar sesión en una aplicación de terceros, como un servicio de gestión de tareas. Al hacerlo, la aplicación puede acceder a la información del usuario, como su lista de contactos, sin que el usuario tenga que compartir su contraseña de Google. Otro ejemplo es el uso de OAuth en plataformas como GitHub, donde los desarrolladores pueden permitir que aplicaciones externas accedan a sus repositorios de código sin revelar sus credenciales de GitHub.