Descripción: Una escala ordinal es una escala de medición donde el orden de los valores es significativo. A diferencia de las escalas nominales, que solo clasifican los datos sin un orden inherente, las escalas ordinales permiten establecer una jerarquía entre las categorías. Esto significa que, en una escala ordinal, se puede determinar si un valor es mayor o menor que otro, pero no se puede cuantificar la diferencia exacta entre ellos. Por ejemplo, en una encuesta de satisfacción, las respuestas pueden clasificarse como ‘muy insatisfecho’, ‘insatisfecho’, ‘neutral’, ‘satisfecho’ y ‘muy satisfecho’. Aquí, se puede ver que ‘muy satisfecho’ es mejor que ‘satisfecho’, pero no se puede medir cuánto mejor es. Las escalas ordinales son útiles en situaciones donde se requiere una clasificación, pero no es necesario conocer la magnitud de las diferencias. Esta característica las hace especialmente valiosas en investigaciones sociales, psicología y estudios de mercado, donde las percepciones y actitudes son difíciles de cuantificar de manera precisa. En resumen, las escalas ordinales son herramientas esenciales para la recolección y análisis de datos, proporcionando un marco para entender y comparar diferentes categorías de información.
Usos: Las escalas ordinales se utilizan en diversas áreas, como la investigación social, la psicología y el análisis de mercado. Son particularmente útiles en encuestas y cuestionarios donde se busca medir actitudes, opiniones o niveles de satisfacción. Por ejemplo, en estudios de satisfacción del cliente, se pueden emplear escalas ordinales para clasificar la experiencia del cliente en diferentes niveles, lo que permite a las empresas identificar áreas de mejora. También se utilizan en la evaluación de desempeño, donde se pueden clasificar a los empleados en diferentes niveles de rendimiento, facilitando la toma de decisiones en recursos humanos.
Ejemplos: Un ejemplo de escala ordinal es la clasificación de películas en una plataforma de streaming, donde los usuarios pueden calificar las películas con estrellas, desde una estrella (muy mala) hasta cinco estrellas (excelente). Otro ejemplo es el uso de escalas de Likert en encuestas, donde los encuestados pueden expresar su nivel de acuerdo con una afirmación en una escala que va desde ‘totalmente en desacuerdo’ hasta ‘totalmente de acuerdo’.