Descripción: El hashing de contraseña es el proceso de convertir una contraseña en una cadena de caracteres de tamaño fijo, que no es reversible. Este método se utiliza para proteger las contraseñas almacenadas en bases de datos, asegurando que, incluso si un atacante accede a la base de datos, no podrá recuperar las contraseñas originales. El hashing se basa en algoritmos matemáticos que transforman la entrada (la contraseña) en un valor hash único. Cada vez que se aplica el mismo algoritmo a la misma entrada, se genera el mismo hash, lo que permite verificar la autenticidad de la contraseña sin necesidad de almacenarla en texto claro. Además, los algoritmos de hashing están diseñados para ser unidireccionales, lo que significa que no se puede revertir el proceso para obtener la contraseña original. Para aumentar la seguridad, se suelen utilizar técnicas como el ‘salting’, que consiste en añadir datos aleatorios a la contraseña antes de aplicar el hashing, dificultando aún más los ataques de fuerza bruta. En resumen, el hashing de contraseñas es una práctica esencial en la seguridad informática, ya que protege la información sensible de los usuarios y ayuda a prevenir el acceso no autorizado a cuentas y sistemas.
Historia: El concepto de hashing de contraseñas comenzó a tomar forma en la década de 1970 con el desarrollo de los primeros sistemas operativos y bases de datos. Uno de los primeros algoritmos de hashing ampliamente utilizados fue el MD5, creado en 1991 por Ronald Rivest. Sin embargo, a medida que la tecnología avanzaba, se descubrieron vulnerabilidades en MD5 y otros algoritmos, lo que llevó a la creación de alternativas más seguras como SHA-1 y SHA-256. En la década de 2000, la comunidad de seguridad comenzó a enfatizar la importancia de técnicas como el ‘salting’ y el uso de algoritmos de hashing más robustos, como bcrypt y Argon2, para proteger las contraseñas de manera más efectiva.
Usos: El hashing de contraseñas se utiliza principalmente en sistemas de autenticación para almacenar de manera segura las contraseñas de los usuarios. Es común en aplicaciones web, sistemas operativos, bases de datos y cualquier plataforma que requiera la gestión de credenciales de usuario. Además, se aplica en la verificación de integridad de datos, donde se utiliza para asegurar que los datos no han sido alterados durante la transmisión o almacenamiento.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de hashing de contraseñas es el uso de bcrypt en aplicaciones web, donde las contraseñas de los usuarios se almacenan como hashes en la base de datos. Cuando un usuario intenta iniciar sesión, la contraseña ingresada se hashea y se compara con el hash almacenado. Otro ejemplo es el uso de Argon2, que es un algoritmo de hashing de contraseñas ganador del concurso Password Hashing Competition en 2015, diseñado para ser resistente a ataques de hardware.