Descripción: El comportamiento polimórfico es un concepto fundamental en la programación orientada a objetos que permite que diferentes tipos de objetos sean tratados como instancias de un mismo tipo a través de una interfaz común. Esta capacidad de un objeto para tomar múltiples formas se basa en la idea de que las clases pueden heredar de otras y, a su vez, implementar métodos que pueden ser llamados de manera uniforme, independientemente de la clase específica del objeto. Esto no solo promueve la reutilización del código, sino que también facilita la extensibilidad y el mantenimiento del software, ya que permite que nuevas clases se integren sin necesidad de modificar el código existente. El polimorfismo se manifiesta principalmente en dos formas: el polimorfismo de tiempo de compilación, que se logra a través de la sobrecarga de métodos, y el polimorfismo de tiempo de ejecución, que se logra a través de la sobreescritura de métodos. Esta característica es esencial para la creación de sistemas más flexibles y escalables, ya que permite a los desarrolladores escribir código más genérico y adaptable a diferentes tipos de objetos, mejorando así la calidad y la eficiencia del desarrollo de software.
