Descripción: Un robot pasivo es un tipo de robot que no tiene control activo, lo que significa que no está programado para realizar acciones de manera autónoma. En lugar de eso, su funcionamiento depende de la interacción con fuerzas externas, como la gravedad o la presión. Estos robots están diseñados para responder a estímulos del entorno, lo que les permite adaptarse a diferentes situaciones sin necesidad de un sistema de control complejo. Su diseño suele ser más simple y eficiente en términos de energía, ya que no requieren de motores o sistemas de procesamiento avanzados para operar. Los robots pasivos pueden ser utilizados en diversas aplicaciones, desde la investigación científica hasta la educación, y son especialmente útiles en entornos donde la simplicidad y la fiabilidad son cruciales. Su capacidad para reaccionar a cambios en el entorno los convierte en herramientas valiosas para el estudio de la robótica y la biomecánica, así como en la creación de dispositivos que imitan el comportamiento de organismos vivos. En resumen, los robots pasivos representan una categoría interesante dentro de la robótica, destacándose por su simplicidad y su enfoque en la interacción con el entorno en lugar de la autonomía total.
