Descripción: El comportamiento en el mar se refiere a la capacidad de un barco para permanecer estable y seguro en mares agitados. Este concepto es fundamental en la navegación, ya que implica la interacción entre el diseño del barco, las condiciones del mar y las habilidades del capitán y la tripulación. Un barco que exhibe un buen comportamiento en el mar es capaz de resistir las fuerzas de las olas, el viento y las corrientes, minimizando el riesgo de vuelcos o daños estructurales. Las características que determinan este comportamiento incluyen la forma del casco, el peso, el centro de gravedad y la distribución de la carga. Además, el comportamiento en el mar no solo se refiere a la estabilidad, sino también a la maniobrabilidad y la capacidad de respuesta del barco ante condiciones adversas. En resumen, un buen comportamiento en el mar es esencial para garantizar la seguridad de la embarcación y su tripulación, así como para optimizar la eficiencia en la navegación.