Descripción: Un entorno no estructurado se refiere a un espacio o contexto en el que no existen reglas, patrones o diseños predefinidos que guíen el comportamiento de un sistema, en este caso, un robot. Este tipo de entorno es impredecible y puede cambiar constantemente, lo que representa un desafío significativo para la robótica y otros campos tecnológicos. Los robots que operan en entornos no estructurados deben ser capaces de adaptarse a situaciones imprevistas, interpretar datos sensoriales en tiempo real y tomar decisiones autónomas. Las características principales de estos entornos incluyen la variabilidad en la disposición de los objetos, la presencia de obstáculos inesperados y la falta de información completa sobre el entorno. La relevancia de los entornos no estructurados radica en su similitud con situaciones del mundo real, donde los sistemas deben interactuar con humanos y otros sistemas en condiciones que no pueden ser completamente anticipadas o controladas. Esto requiere el desarrollo de algoritmos avanzados de percepción, aprendizaje automático y planificación, que permitan a los robots y otros sistemas navegar y realizar tareas de manera efectiva en condiciones inciertas.
