Descripción: Las etapas de curación de heridas son los procesos biológicos que ocurren en el cuerpo humano tras una lesión. Estas fases son fundamentales para la recuperación y restauración de la integridad de la piel y los tejidos subyacentes. Generalmente, se dividen en cuatro etapas: hemostasia, inflamación, proliferación y remodelación. En la fase de hemostasia, el cuerpo inicia un proceso inmediato para detener el sangrado mediante la formación de un coágulo. La fase inflamatoria sigue, donde se produce una respuesta inmune que ayuda a prevenir infecciones y a limpiar la herida de tejido dañado. Posteriormente, en la fase de proliferación, se lleva a cabo la regeneración de tejidos, donde se forman nuevos vasos sanguíneos y se produce colágeno para cerrar la herida. Finalmente, en la fase de remodelación, el tejido cicatricial se fortalece y se reorganiza, lo que puede llevar meses o incluso años. Comprender estas etapas es crucial para el manejo adecuado de heridas, ya que cada fase tiene características y necesidades específicas que deben ser atendidas para asegurar una curación óptima.