Descripción: La severidad del evento en el contexto de monitoreo, especialmente en herramientas de gestión de sistemas, se refiere al nivel de importancia asignado a un evento específico que se ha detectado en un sistema. Este concepto es crucial para la gestión de incidentes y la priorización de respuestas, ya que permite a los administradores de sistemas identificar rápidamente qué eventos requieren atención inmediata y cuáles pueden ser manejados con menor urgencia. La severidad se clasifica generalmente en diferentes niveles, que pueden incluir categorías como ‘Crítico’, ‘Alto’, ‘Medio’ y ‘Bajo’. Cada uno de estos niveles indica la gravedad del problema y su potencial impacto en la operación del sistema o la infraestructura. Por ejemplo, un evento crítico podría indicar una falla en un servidor que afecta a múltiples usuarios, mientras que un evento de baja severidad podría ser una advertencia sobre un recurso que está alcanzando su límite de capacidad. La correcta asignación de severidad no solo ayuda en la priorización de tareas, sino que también facilita la comunicación entre los equipos de TI, permitiendo que todos los involucrados comprendan la urgencia de cada situación. En resumen, la severidad del evento es una herramienta esencial en el monitoreo de sistemas, que permite una gestión más eficiente y efectiva de los incidentes.