Descripción: La conectividad en el borde se refiere a la capacidad de los dispositivos de borde para conectarse y comunicarse entre sí y con sistemas centrales. Esta conectividad es fundamental en el contexto de Edge AI, donde los datos se procesan más cerca de su origen, en lugar de ser enviados a un centro de datos remoto. Esto permite una respuesta más rápida y eficiente, ya que reduce la latencia y el ancho de banda necesario para la transmisión de datos. La conectividad en el borde implica el uso de tecnologías como redes de área local (LAN), redes de área amplia (WAN) y protocolos de comunicación específicos que facilitan la interacción entre dispositivos inteligentes, sensores y sistemas de inteligencia artificial. Además, esta conectividad permite la implementación de soluciones de IoT (Internet de las Cosas), donde múltiples dispositivos pueden colaborar y compartir información en tiempo real, mejorando la toma de decisiones y la automatización de procesos. En un mundo cada vez más interconectado, la conectividad en el borde se convierte en un componente esencial para el desarrollo de aplicaciones avanzadas que requieren procesamiento de datos en tiempo real y una interacción fluida entre dispositivos.
Historia: La conectividad en el borde ha evolucionado con el crecimiento del Internet de las Cosas (IoT) y la necesidad de procesar datos de manera más eficiente. A medida que los dispositivos se volvían más inteligentes y capaces de recopilar grandes volúmenes de datos, surgió la necesidad de procesar esos datos más cerca de su origen. Este concepto comenzó a tomar forma a finales de la década de 2010, cuando las empresas comenzaron a implementar soluciones de Edge Computing para reducir la latencia y mejorar la eficiencia. La introducción de tecnologías como 5G también ha impulsado el desarrollo de la conectividad en el borde, permitiendo una comunicación más rápida y confiable entre dispositivos.
Usos: La conectividad en el borde se utiliza en diversas aplicaciones, como la automatización industrial, donde los sensores y dispositivos de maquinaria se comunican en tiempo real para optimizar procesos. También se aplica en el ámbito de la salud, donde los dispositivos portátiles recopilan datos de pacientes y los procesan localmente para alertar sobre condiciones críticas. En el sector del transporte, se utiliza para gestionar flotas de vehículos conectados, mejorando la logística y la seguridad. Además, en el ámbito de las ciudades inteligentes, permite la interconexión de sistemas de gestión de tráfico, iluminación y servicios públicos.
Ejemplos: Un ejemplo de conectividad en el borde es el uso de cámaras de seguridad inteligentes que procesan imágenes localmente para detectar intrusiones y solo envían alertas al sistema central cuando se detecta una actividad sospechosa. Otro caso es el de los dispositivos de monitoreo de salud que analizan datos biométricos en tiempo real y envían información relevante a los médicos solo cuando es necesario. En la industria, los sensores en una línea de producción que ajustan automáticamente la maquinaria según las condiciones de operación son otro ejemplo claro de esta tecnología.