Descripción: La capa de transporte en X.25 maneja la comunicación de extremo a extremo entre dispositivos. Este protocolo, diseñado para la transmisión de datos en redes de paquetes, proporciona un marco robusto para la entrega confiable de información. X.25 opera en la capa de enlace de datos y la capa de red del modelo OSI, lo que le permite gestionar la segmentación de datos, el control de flujo y la corrección de errores. Su arquitectura permite que múltiples dispositivos se comuniquen simultáneamente, garantizando que los datos se envíen y reciban de manera ordenada y sin pérdidas. Además, X.25 es capaz de establecer conexiones virtuales, lo que facilita la comunicación entre diferentes redes y dispositivos, independientemente de su ubicación física. Esta capacidad de enrutamiento y gestión de conexiones es fundamental para aplicaciones que requieren una alta disponibilidad y fiabilidad en la transmisión de datos, como en el caso de transacciones financieras y comunicaciones críticas.
Historia: X.25 fue desarrollado en la década de 1970 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) como un estándar para la comunicación de datos en redes de paquetes. Su primera especificación fue publicada en 1976, y rápidamente se adoptó en todo el mundo, especialmente en entornos empresariales y gubernamentales. A lo largo de los años, X.25 evolucionó con mejoras en su rendimiento y seguridad, aunque con el tiempo fue superado por tecnologías más modernas como TCP/IP. Sin embargo, su legado perdura en la forma en que se estructuran las redes de datos actuales.
Usos: X.25 se utiliza principalmente en redes de telecomunicaciones para la transmisión de datos entre dispositivos. Es común en aplicaciones que requieren una alta fiabilidad, como en sistemas de pago, redes bancarias y comunicaciones de datos críticos. También se ha utilizado en sistemas de control industrial y en la conexión de terminales a computadoras centrales.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de X.25 es en las redes de cajeros automáticos, donde se requiere una comunicación segura y confiable entre el cajero y el banco. Otro ejemplo es en sistemas de control de tráfico aéreo, donde la integridad de los datos es crucial para la seguridad.