Descripción: El aislamiento de procesos es una técnica utilizada para asegurar que los procesos no interfieran entre sí. Esta técnica es fundamental en sistemas operativos modernos y en entornos de ejecución de software, ya que permite que múltiples aplicaciones se ejecuten simultáneamente sin que una afecte el rendimiento o la estabilidad de otra. El aislamiento se logra mediante la creación de espacios de direcciones separados para cada proceso, lo que significa que cada uno opera en su propio entorno virtual. Esto no solo mejora la seguridad, al evitar que un proceso malicioso acceda a la memoria de otro, sino que también optimiza el uso de recursos del sistema. Además, el aislamiento de procesos facilita la gestión de errores, ya que si un proceso falla, no necesariamente compromete a los demás. En entornos de virtualización y contenedores, esta técnica se vuelve aún más relevante, permitiendo que aplicaciones y servicios se ejecuten de manera independiente y segura, lo que es crucial en arquitecturas de microservicios y en la implementación de políticas de seguridad como el modelo de Confianza Cero.