Descripción: El cangrejo yeti, conocido científicamente como Kiwa hirsuta, es una especie fascinante que habita en las profundidades del océano Pacífico Sur. Este crustáceo se distingue por sus pinzas peludas, que le otorgan un aspecto único y curioso, similar al mítico Yeti, de ahí su nombre. Estas pinzas están cubiertas de una densa capa de pelos que no solo le dan un aspecto distintivo, sino que también desempeñan un papel crucial en su alimentación, ya que le permiten filtrar microorganismos del agua. El cangrejo yeti tiene un cuerpo robusto y una coloración que varía entre el blanco y el amarillo pálido, lo que le ayuda a camuflarse en su entorno. Se encuentra a profundidades que oscilan entre los 2,200 y 2,600 metros, en áreas ricas en sulfuro, donde se desarrollan fuentes hidrotermales. Este hábitat extremo ha llevado a los científicos a estudiar su biología y ecología, revelando adaptaciones únicas que le permiten sobrevivir en condiciones de alta presión y temperaturas elevadas. La fascinación por el cangrejo yeti no solo radica en su apariencia, sino también en su papel dentro de los ecosistemas marinos profundos, donde contribuye a la biodiversidad y al equilibrio de su entorno. Su descubrimiento en 2005 por un equipo de investigadores ha abierto nuevas vías de investigación sobre la vida en las profundidades oceánicas y la adaptación de las especies a condiciones extremas.
Historia: El cangrejo yeti fue descubierto en 2005 durante una expedición científica en el océano Pacífico Sur, específicamente en las cercanías de las islas de la Antártida. Este descubrimiento fue significativo porque reveló una nueva especie que se adapta a condiciones extremas en el fondo marino, donde se encuentran fuentes hidrotermales. Desde su descubrimiento, ha sido objeto de numerosos estudios que han explorado su biología, ecología y el ecosistema en el que vive.
