Descripción: La metodología Cascada es un enfoque tradicional de gestión de proyectos que se caracteriza por su naturaleza secuencial y lineal. En este modelo, el desarrollo del proyecto se divide en fases claramente definidas, donde cada fase debe completarse antes de pasar a la siguiente. Las etapas típicas incluyen la recopilación de requisitos, el diseño, la implementación, las pruebas y el mantenimiento. Este enfoque permite una planificación detallada y un control riguroso del progreso del proyecto, lo que facilita la identificación de problemas en etapas tempranas. Sin embargo, su rigidez puede ser una desventaja en entornos donde los requisitos cambian con frecuencia, ya que cualquier modificación puede requerir volver a etapas anteriores del proceso. A pesar de sus limitaciones, la metodología Cascada sigue siendo relevante en proyectos donde los requisitos son bien conocidos y poco propensos a cambios, como en el desarrollo de software para sistemas críticos o en proyectos de construcción. Su estructura clara y ordenada proporciona una base sólida para la gestión de proyectos, permitiendo a los equipos seguir un camino predecible hacia la finalización del trabajo.
Historia: La metodología Cascada se originó en la industria del software en la década de 1970, siendo formalizada por primera vez en 1970 por Winston W. Royce en un artículo que describía un modelo de desarrollo de software. Aunque Royce no abogó por un enfoque estrictamente secuencial, su trabajo sentó las bases para el modelo Cascada, que se adoptó ampliamente en la década de 1980 y 1990. A medida que la industria del software evolucionó, surgieron críticas sobre la inflexibilidad del modelo, lo que llevó al desarrollo de metodologías ágiles en respuesta a la necesidad de adaptabilidad.
Usos: La metodología Cascada se utiliza principalmente en proyectos donde los requisitos son bien definidos y poco propensos a cambios, como en el desarrollo de software para sistemas embebidos, aplicaciones empresariales y proyectos de construcción. Su enfoque estructurado es ideal para entornos regulados donde la documentación y el cumplimiento de normativas son críticos.
Ejemplos: Un ejemplo de uso de la metodología Cascada es el desarrollo de software para sistemas de control de tráfico aéreo, donde los requisitos son estrictos y deben cumplirse rigurosamente. Otro ejemplo es la construcción de infraestructuras, como puentes o edificios, donde cada fase del proyecto debe completarse antes de avanzar a la siguiente.