Descripción: La evaluación de cuidado de heridas es un proceso sistemático que permite identificar las necesidades específicas de atención en pacientes con lesiones cutáneas. Este proceso implica una valoración exhaustiva de la herida, considerando factores como el tipo, tamaño, profundidad, y características del tejido circundante. La evaluación se realiza a través del método SOAP, que se desglosa en cuatro componentes: S (Subjetivo), donde se recogen las quejas y percepciones del paciente; O (Objetivo), que incluye observaciones clínicas y mediciones; A (Evaluación), donde se analiza la información recopilada para determinar el estado de la herida; y P (Plan), que establece las intervenciones necesarias para el tratamiento. Este enfoque no solo ayuda a documentar el progreso del paciente, sino que también facilita la comunicación entre los profesionales de la salud, asegurando que se sigan protocolos adecuados y se tomen decisiones informadas sobre el cuidado de la herida. La evaluación de cuidado de heridas es crucial en la práctica clínica, ya que una valoración precisa puede prevenir complicaciones, mejorar la cicatrización y optimizar los resultados del tratamiento.