Descripción: Externalizar implica delegar ciertas tareas o procesos a organizaciones externas. Este enfoque permite a las empresas concentrarse en sus competencias centrales mientras confían en terceros para manejar funciones específicas. La externalización puede abarcar diversas áreas, desde la gestión de infraestructura de TI hasta el desarrollo de software y la atención al cliente. En el contexto de sistemas operativos en tiempo real, por ejemplo, externalizar puede significar utilizar servicios de terceros para gestionar tareas críticas que requieren alta disponibilidad y baja latencia. En el ámbito de bases de datos, la externalización puede referirse a la delegación de la administración de datos a proveedores especializados. En un Centro de Operaciones de Seguridad, externalizar puede implicar la contratación de expertos en ciberseguridad para monitorear y responder a incidentes. Sistemas operativos como Fuchsia OS, también pueden beneficiarse de la externalización al integrar servicios de terceros para mejorar su funcionalidad. En ingeniería de datos y plataformas como BigQuery, externalizar puede facilitar el procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos. En la nube, servicios como AWS CloudTrail permiten a las empresas externalizar la gestión de registros y auditorías. La automatización de procesos, sistemas de inicio y herramientas de control de versiones también pueden ser externalizados para optimizar el flujo de trabajo. En el contexto del Internet de las Cosas y sistemas de procesamiento de datos, la externalización puede ayudar a gestionar la complejidad de los datos generados. Finalmente, en entornos de CI/CD, la externalización puede acelerar el desarrollo y la implementación de software al permitir que equipos externos manejen ciertas etapas del ciclo de vida del desarrollo.