Descripción: La fugacidad en el contexto de un estilo de vida nómada se refiere a la naturaleza transitoria de las experiencias y situaciones que viven aquellos que adoptan esta forma de vida. Los nómadas, ya sean digitales o tradicionales, se mueven de un lugar a otro, lo que les permite experimentar una variedad de culturas, paisajes y comunidades. Esta movilidad constante implica que las relaciones, los entornos y las experiencias son efímeros, lo que puede enriquecer la vida de quienes eligen este camino, pero también puede generar un sentido de pérdida o nostalgia. La fugacidad se convierte en un elemento central de la existencia nómada, donde cada momento es único y, a menudo, irrepetible. Esta característica fomenta una apreciación más profunda de las experiencias vividas, ya que los nómadas tienden a valorar el presente y a disfrutar de cada lugar y encuentro, sabiendo que no durarán para siempre. La fugacidad también puede influir en la forma en que los nómadas construyen sus identidades, ya que se ven obligados a adaptarse rápidamente a nuevas circunstancias y a dejar atrás lo conocido. En este sentido, la fugacidad no solo define el entorno físico, sino también las conexiones emocionales y sociales que se forman en el camino, haciendo que cada etapa del viaje sea significativa y memorable.