Descripción: La gestión de ancho de banda se refiere a la práctica de medir, controlar y gestionar el ancho de banda de una red para garantizar un rendimiento óptimo. Este concepto es fundamental en el ámbito de las redes IP, donde el ancho de banda se define como la cantidad máxima de datos que se pueden transmitir a través de una conexión en un tiempo determinado. La gestión efectiva del ancho de banda permite a los administradores de red optimizar el uso de los recursos disponibles, priorizando el tráfico crítico y minimizando la congestión. Esto se logra mediante técnicas como la limitación de ancho de banda, la calidad de servicio (QoS) y la monitorización del tráfico. La gestión de ancho de banda no solo mejora la experiencia del usuario al reducir la latencia y aumentar la velocidad de carga, sino que también ayuda a prevenir problemas de rendimiento que pueden surgir en entornos con alta demanda de datos. En un mundo donde las aplicaciones en línea y los servicios de streaming son cada vez más comunes, la gestión del ancho de banda se ha vuelto esencial para garantizar que todos los usuarios puedan acceder a los recursos de manera eficiente y sin interrupciones.
