Descripción: El término ‘Instinto Asesino’ se utiliza para describir la naturaleza agresiva y destructiva de ciertos ataques de Denegación de Servicio Distribuida (DDoS). Estos ataques son diseñados para abrumar un servidor, servicio o red con un volumen masivo de tráfico, lo que resulta en la incapacidad del sistema para responder a solicitudes legítimas. La metáfora del ‘instinto asesino’ sugiere que estos ataques son impulsados por una intención maliciosa y deliberada de causar daño, similar a un comportamiento depredador en la naturaleza. Los ataques DDoS pueden ser ejecutados por individuos, grupos u organizaciones con el objetivo de desestabilizar servicios en línea, afectar la reputación de una empresa o incluso extorsionar a las víctimas. La naturaleza impredecible y la variedad de métodos utilizados en estos ataques hacen que la protección contra ellos sea un desafío constante para las empresas y organizaciones que dependen de la disponibilidad de sus servicios en línea. La creciente sofisticación de las técnicas de ataque ha llevado a la necesidad de soluciones de seguridad más avanzadas, que no solo detecten y mitiguen ataques, sino que también sean capaces de adaptarse a nuevas tácticas utilizadas por los atacantes.
