Descripción: Una persona del usuario es un personaje ficticio creado para representar un tipo de usuario que podría utilizar un producto. Este concepto es fundamental en el desarrollo de software, especialmente en metodologías ágiles. Las personas del usuario se construyen a partir de datos reales sobre los usuarios, incluyendo sus necesidades, comportamientos, motivaciones y objetivos. Al definir estas características, los equipos de desarrollo pueden tener una comprensión más clara de a quién están diseñando y desarrollando el producto. Las personas del usuario ayudan a guiar decisiones de diseño y funcionalidad, asegurando que el producto final sea relevante y útil para su público objetivo. Además, fomentan la empatía dentro del equipo, permitiendo que los desarrolladores y diseñadores se pongan en el lugar del usuario final. Este enfoque centrado en el usuario es esencial para crear soluciones efectivas y satisfactorias, ya que permite al equipo anticipar problemas y necesidades que podrían no ser evidentes de otra manera. En resumen, las personas del usuario son herramientas valiosas que facilitan la comunicación y la alineación entre los miembros del equipo y los usuarios finales, mejorando así la calidad del producto final.
Historia: El concepto de persona del usuario se popularizó en la década de 1990, especialmente con el auge del diseño centrado en el usuario. Aunque se pueden encontrar elementos similares en prácticas anteriores de investigación de usuarios, fue en este periodo cuando se formalizó su uso en el desarrollo de software. El trabajo de Alan Cooper, un pionero en el diseño de interacción, fue fundamental para establecer la metodología de las personas del usuario, presentando su enfoque en su libro ‘The Inmates Are Running the Asylum’ publicado en 1999. Desde entonces, el uso de personas del usuario se ha expandido a diversas disciplinas más allá del software, incluyendo marketing y diseño de productos.
Usos: Las personas del usuario se utilizan principalmente en el desarrollo de productos y servicios para guiar el diseño y la funcionalidad. En el contexto de metodologías ágiles, ayudan a los equipos a priorizar características y funcionalidades basadas en las necesidades de los usuarios. También se utilizan en la investigación de mercado, para segmentar audiencias y en la creación de estrategias de marketing. Además, son herramientas valiosas en la formación de equipos, ya que facilitan la comprensión de los usuarios y fomentan la empatía entre los miembros del equipo.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de persona del usuario podría ser ‘María, la madre trabajadora’, que representa a una mujer de 35 años que busca una aplicación para gestionar su tiempo entre el trabajo y la familia. Esta persona del usuario podría incluir detalles sobre sus hábitos tecnológicos, sus frustraciones con aplicaciones anteriores y sus expectativas sobre la nueva aplicación. Otro ejemplo podría ser ‘Carlos, el estudiante universitario’, que necesita una plataforma de aprendizaje en línea que sea intuitiva y accesible desde su teléfono móvil.