Descripción: La política de escalación es un proceso definido que permite a las organizaciones gestionar de manera efectiva los problemas o incidentes que surgen en sus operaciones. Este proceso establece un marco claro para identificar cuándo un problema debe ser elevado a niveles superiores de autoridad, garantizando que se tomen decisiones informadas y oportunas. En el contexto de la gestión de incidentes y la ciberseguridad, la política de escalación es crucial para asegurar que las amenazas de seguridad y los incidentes de cumplimiento se manejen adecuadamente. Las características principales de una política de escalación incluyen la definición de roles y responsabilidades, la identificación de umbrales de escalación y la documentación de procedimientos específicos. La relevancia de esta política radica en su capacidad para minimizar el tiempo de respuesta ante incidentes críticos, mejorar la comunicación interna y asegurar que los problemas se resuelvan de manera eficiente, lo que es esencial en un entorno donde la seguridad de la información y el cumplimiento normativo son prioritarios.
