Descripción: La protección de datos zonal se refiere a las medidas tomadas para asegurar los datos dentro de zonas específicas. Este enfoque implica la segmentación de datos en diferentes áreas o zonas, cada una con sus propias políticas de seguridad y controles de acceso. La idea es que, al dividir los datos en zonas, se puede aplicar una protección más efectiva y adaptada a las necesidades específicas de cada tipo de información. Por ejemplo, los datos sensibles, como información personal o financiera, pueden ser almacenados en una zona altamente segura, mientras que los datos menos críticos pueden estar en zonas con menos restricciones. Esta estrategia no solo ayuda a prevenir la pérdida de datos, sino que también mejora la seguridad en la nube y la seguridad de datos en general, al permitir un control más granular sobre quién tiene acceso a qué información y cómo se maneja. La protección de datos zonal es especialmente relevante en entornos donde se manejan grandes volúmenes de datos y donde la regulación de la privacidad es estricta, como en diversos sectores, incluidos el financiero y la atención médica. En resumen, la protección de datos zonal es una estrategia clave para gestionar la seguridad de la información de manera eficiente y efectiva.