Descripción: Los sistemas empotrados son sistemas informáticos que están integrados dentro de otros dispositivos para realizar funciones específicas y dedicadas. A diferencia de los ordenadores de propósito general, estos sistemas están diseñados para llevar a cabo tareas concretas, lo que les permite operar de manera eficiente y con un consumo de recursos optimizado. Su arquitectura de software suele estar compuesta por un microcontrolador o microprocesador, memoria, y dispositivos de entrada/salida, todo ello programado para ejecutar un conjunto limitado de funciones. Esta especialización les confiere ventajas en términos de rendimiento, coste y tamaño, lo que los hace ideales para aplicaciones donde se requiere un control preciso y en tiempo real. Los sistemas empotrados son omnipresentes en la vida cotidiana, desde electrodomésticos inteligentes hasta sistemas de control en automóviles, y su diseño puede variar desde sistemas simples con un solo propósito hasta sistemas complejos que interactúan con múltiples dispositivos y redes. Su relevancia en la actualidad es indiscutible, ya que forman la base de la Internet de las Cosas (IoT) y son fundamentales para el desarrollo de tecnologías avanzadas en diversas industrias.
Historia: Los sistemas empotrados comenzaron a tomar forma en la década de 1960 con el desarrollo de microprocesadores. Uno de los hitos importantes fue la creación del primer microprocesador comercial, el Intel 4004, en 1971, que permitió la miniaturización de sistemas computacionales. A lo largo de las décadas, la evolución de la tecnología de semiconductores y la reducción de costos han facilitado la proliferación de sistemas empotrados en diversas aplicaciones, desde electrodomésticos hasta sistemas de control industrial. En los años 90, el auge de la computación personal y la conectividad de red impulsaron aún más su desarrollo, llevando a la integración de capacidades de comunicación en estos sistemas.
Usos: Los sistemas empotrados se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo automóviles (sistemas de control de motor, sistemas de navegación), electrodomésticos (microondas, lavadoras), dispositivos médicos (monitores de ritmo cardíaco, bombas de insulina), y sistemas de automatización industrial. También son fundamentales en la tecnología de consumo, como en teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles, donde gestionan funciones específicas como la captura de datos y la conectividad.
Ejemplos: Ejemplos de sistemas empotrados incluyen el sistema de control de un automóvil moderno que gestiona el rendimiento del motor y la seguridad, el microcontrolador en un termostato inteligente que regula la temperatura del hogar, y los sistemas de control en drones que permiten la navegación autónoma.
