Descripción: El xantoma es un crecimiento benigno que se desarrolla debajo de la piel, caracterizado por la acumulación de lípidos, especialmente colesterol. Estos depósitos grasos suelen aparecer como manchas amarillentas o nódulos en la piel, y son más comunes en áreas como los codos, las rodillas, los párpados y las manos. Aunque el xantoma puede ser asintomático, su presencia a menudo indica un trastorno lipídico subyacente, como hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia. La formación de xantomas puede ser un signo de que el cuerpo no está metabolizando adecuadamente las grasas, lo que puede llevar a complicaciones cardiovasculares si no se trata. Existen diferentes tipos de xantomas, incluyendo xantomas tuberosos, xantomas eruptivos y xantomas tendinosos, cada uno con características específicas y localizaciones preferidas en el cuerpo. El diagnóstico se realiza generalmente a través de un examen físico y, en algunos casos, se pueden requerir análisis de sangre para evaluar los niveles de lípidos. Aunque no son peligrosos en sí mismos, los xantomas pueden ser un indicador importante de problemas de salud más serios, lo que hace que su identificación y tratamiento sean relevantes en el campo de la dermatología y la medicina interna.
Historia: El término ‘xantoma’ proviene del griego ‘xanthos’, que significa amarillo, y se ha utilizado en la literatura médica desde el siglo XIX. A medida que la comprensión de las enfermedades metabólicas avanzó, se reconoció la relación entre los xantomas y los trastornos lipídicos. En 1930, se establecieron clasificaciones más precisas de los xantomas, lo que permitió a los médicos identificar mejor las condiciones subyacentes asociadas con su aparición.
Usos: Los xantomas son utilizados en la práctica clínica como indicadores de trastornos lipídicos. Su identificación puede llevar a la evaluación de los niveles de colesterol y triglicéridos en pacientes, lo que es crucial para prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, en algunos casos, los xantomas pueden ser extirpados quirúrgicamente por razones estéticas o si causan molestias.
Ejemplos: Un ejemplo de xantoma es el xantoma eruptivo, que se presenta como múltiples lesiones amarillentas en la piel de personas con niveles muy altos de triglicéridos. Otro ejemplo es el xantoma tendinoso, que se forma en los tendones de las manos y los pies, a menudo asociado con hipercolesterolemia familiar.