Porque sí, x.com y redsys han estado entre los dominios afectados este pasado fin de semana, víctimas colaterales del bloqueo judicial de IPs promovido por LaLiga, bajo la dirección de su presidente Javier Tebas, y ejecutado por orden del Juzgado de lo Mercantil nº 6 de Barcelona, en cumplimiento de la Sentencia nº 310/2024, dictada el 18 de diciembre de 2024.
Una jugada legal que pretendía combatir prácticas ilícitas… pero acabó provocando un apagón selectivo en medio internet, como si la lucha contra la piratería se pudiera llevar a cabo a base de hachazos en lugar de bisturí.
Y lo más curioso no es solo el despropósito técnico, sino el cartelito blanco, sobrio y supuestamente neutro en tu dominio (ver imagen) de algún operador, que aparece en lugar de la página legítima. Un mensaje con tono de profesor cansado, que no contento con censurar tu acceso, te remite a laliga.com para leerte una nota informativa, adornada con justificaciones legales… y cero autocrítica.
Una escena digna de un capítulo de Black Mirror versión low-cost jurídico-administrativo.
¿Protección de contenidos o atropello a la reputación corporativa?
Aquí es donde entramos en terreno peligroso, cuando la defensa de derechos legítimos se convierte en agresión a los derechos de terceros.
Porque no estamos hablando solo de usuarios individuales. Esta maniobra, en su torpeza técnica, ha afectado a empresas grandes y pequeñas, plataformas de comunicación, medios digitales y miles de proyectos legítimos cuya reputación se ha visto dañada por aparecer detrás de ese cartel.
¿La paradoja? El mensaje no aclara que el bloqueo es indiscriminado, ni que puede estar afectando a sitios totalmente legales. Es más, asocia visualmente a esos dominios con conductas ilegales, lo cual podría colisionar frontalmente con la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Porque en un entorno hiperconectado, la reputación digital es parte del honor profesional y corporativo, y aparecer bloqueado por una sentencia, sin haber cometido infracción alguna, debe tener consecuencias muy serias.
¿Quién necesita piratas si tienes sentencias torpes?
Vamos por partes, como los paquetes TCP que nunca llegaron porque alguien bloqueó mal una IP:
IPv6 sí, IPv4 no: bienvenidos al Firewall de Poderᴶᵀ
Sí, así de ridículo. El bloqueo judicial aplicado por LaLiga —y orquestado bajo la batuta de Javier Tebas— es tan técnicamente torpe que hasta en tu propia conexión, si usas IPv6, te saltas los bloqueos como un campeón. Si vas por IPv4, te estrellas contra la “pantalla blanca del despropósito”.
Venga, a bloquear IPv6 el próximo fin de semana.
VPNs, proxies, y magia negra
Bastan dos clics, un túnel y voilà: ya estás viendo la web “ilegal” (o más bien, perfectamente legal) que el Firewall de Poderᴶᵀ quiso tapar.
Esto no es ciberseguridad. Es ciberteatro. Una puesta en escena judicial mal ejecutada, con más daño colateral que eficacia real. Porque el que quiere piratear lo hará, porque va dos pasos por delante. El que no… pues acaba bloqueado por error.
Cloudflare bajo fuego: todos al suelo
Cuando LaLiga dispara, Cloudflare cae. Pero no solo cae, arrastra consigo un ecosistema entero de sitios web legítimos, desde medios independientes hasta comunidades de código abierto. Hasta x.com, la plataforma de Elon Musk, se ha comido el cartelito blanco con la URL a LaLiga, como si fuera parte de una red clandestina.
Pregunta seria: ¿de verdad nadie revisa los daños colaterales antes de activar la granada?
Señores, esto no es combatir la piratería. Esto es lanzar bombas lógicas en una sala llena de inocentes y luego justificarlo con un PDF y una nota de prensa o compartiendo en x además
Cinismo en su máxima expresión.
Total, un chavalillo con Wi-Fi, una VPN gratis y cinco minutos libres podría esquivar este bloqueo mientras ve el partido, hace streaming y sube un TikTok burlándose de LaLiga.
Mientras tanto, millones de transacciones legítimas vía Redsys se estampan contra el muro del “bloqueo”, como daño colateral de una cruzada digital mal dirigida. Porque sí, alguien en LaLiga creyó que para atrapar un pirata había que hundir todo el puerto.
Pero lo peor no es el bloqueo. Es el desprecio.
En lugar de asumir que están pisoteando Internet con botas de hormigón y un GPS desactualizado, desde LaLiga Javier Tebas ha optado por llamar “frikis” a quienes monitorizan, analizan y cuestionan estos bloqueos chapuceros.
Porque claro, es más fácil ridiculizar al que detecta el error… que hacer el trabajo de corregirlo. Una estrategia tan cobarde como reveladora.
Consejo gratuito para Javier Tebas y su comando jurídico: esos “frikis” a los que menosprecian son los mismos que reinician servidores a las 3 de la mañana para que el país pueda ver su correo, pagar sus impuestos, o ver el fútbol legalmente.
¿Ridiculizarlos? Lo único que demuestra es una ignorancia galopante del entorno digital que pretenden regular a golpe de mazo judicial. Un ecosistema que no entienden, pero que no tienen reparos en bombardear.
A ver si lo pillas de una vez: Internet no se gestiona con sentencias redactadas en Word 2003 y ejecutadas como si fuera un Excel mal cerrado. Y menos aún ridiculizando a los que realmente saben cómo funciona.
El fútbol no se protege con firewalls judiciales, se defiende con estrategia digital
Bloquear IPs al azar no soluciona nada. Los piratas siempre van un paso por delante, usan herramientas que LaLiga ni sabe que existen, y mientras tanto tú, ciudadano normal, no puedes entrar a una web que usas a diario.
Porque el problema no es que haya leyes. El problema es que se están aplicando mal, sin conocimiento técnico, sin supervisión proporcional, y con desprecio por la libertad digital y la reputación online.
Zasca final
👉 Javier Tebas ha inventado el Firewall de Poderᴶᵀ: una mezcla de ego, ignorancia técnica y abuso judicial, disfrazada de ciberseguridad. Bloquea webs, protocolos, plataformas… y hasta la paciencia de los usuarios.
Todo con la elegancia de quien intenta reparar fibra óptica con cinta aislante y soberbia.
Y cuando la chapuza es evidente, no rectifica, culpa al usuario, al protocolo, al clima, a su perro,…
A cualquiera, menos al verdadero problema, un poder analógico jugando a controlar un mundo digital a base de mazazos legales y cables mal entendidos.
Spoiler: los “frikis” que tanto desprecias no solo entienden Internet mejor que tú,
son los únicos capaces de encenderlo de nuevo cuando tú lo rompes a palos.
Y lo harán… mientras se ríen de tu “Firewall de Poderᴶᵀ” en directo por Twitch.
Toda acción tiene su reacción. Y esta vez no bastará con lavarse las manos en ruedas de prensa o esconderse detrás de sentencias: cuando se pisotea la red, la red responde.
