Descripción: Un activo fungible es un tipo de activo que puede ser intercambiado por otro del mismo tipo sin que haya una pérdida de valor. Esto significa que cada unidad de un activo fungible es idéntica y puede ser sustituida por otra unidad de la misma clase. Por ejemplo, el dinero es un activo fungible, ya que un billete de 10 euros puede ser intercambiado por otro billete de 10 euros sin que se altere su valor. Las características principales de los activos fungibles incluyen la homogeneidad, la divisibilidad y la facilidad de intercambio. La homogeneidad implica que cada unidad es igual a otra, lo que facilita su uso en transacciones comerciales. La divisibilidad permite que los activos fungibles se fraccionen en partes más pequeñas, lo que aumenta su utilidad en diversas situaciones. La facilidad de intercambio se refiere a la capacidad de estos activos para ser comprados y vendidos en el mercado sin complicaciones. En el contexto de las criptomonedas, por ejemplo, un bitcoin es considerado un activo fungible, ya que cada bitcoin tiene el mismo valor que otro bitcoin. Esta propiedad de fungibilidad es esencial para el funcionamiento eficiente de los mercados, ya que permite la liquidez y la estabilidad en las transacciones.