Descripción: Un actuador es un dispositivo que convierte una señal de control en acción física en un sistema IoT. Su función principal es recibir una señal, que puede ser eléctrica, neumática o hidráulica, y transformarla en movimiento o en una acción específica, como abrir una válvula, mover un motor o ajustar una posición. Los actuadores son componentes esenciales en la automatización y la robótica, ya que permiten que los sistemas respondan a las instrucciones de control, facilitando la interacción entre el software y el mundo físico. En el contexto de sistemas embebidos y en el Internet de las Cosas (IoT), los actuadores juegan un papel crucial al permitir que los dispositivos conectados realicen acciones en respuesta a datos de sensores, mejorando la eficiencia y la funcionalidad de diversas aplicaciones, desde el control del hogar hasta la industria 4.0.
Historia: El concepto de actuador ha evolucionado desde los primeros sistemas mecánicos hasta los modernos dispositivos electrónicos. En la década de 1960, con el auge de la automatización industrial, se comenzaron a desarrollar actuadores eléctricos y neumáticos más sofisticados. A medida que la tecnología avanzaba, los actuadores se integraron en sistemas de control más complejos, como los sistemas embebidos y el IoT, permitiendo una mayor precisión y control en diversas aplicaciones.
Usos: Los actuadores se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo la automatización industrial, el control de procesos, la robótica, y sistemas de climatización. En el ámbito del IoT, son fundamentales para el control de dispositivos inteligentes, como cerraduras electrónicas, termostatos y sistemas de riego automatizados.
Ejemplos: Un ejemplo de actuador es un servomotor utilizado en robótica para controlar la posición de un brazo robótico. Otro ejemplo es un relé que activa un sistema de riego en respuesta a datos de humedad del suelo obtenidos de un sensor IoT.
