Descripción: La agricultura regenerativa se refiere a un conjunto de prácticas agrícolas que buscan restaurar y mejorar la salud y biodiversidad del suelo y el ecosistema en su conjunto. A diferencia de la agricultura convencional, que a menudo se centra en la maximización de la producción a corto plazo, la agricultura regenerativa promueve un enfoque holístico que considera la interconexión entre el suelo, las plantas, los animales y los seres humanos. Este enfoque se basa en principios como la rotación de cultivos, el uso de cultivos de cobertura, la agroforestería y la integración de ganado, todos diseñados para mejorar la estructura del suelo, aumentar la retención de agua y fomentar la biodiversidad. Al restaurar la salud del suelo, se busca no solo aumentar la productividad agrícola, sino también mitigar el cambio climático mediante la captura de carbono en el suelo. La agricultura regenerativa se presenta como una solución sostenible que puede contribuir a la seguridad alimentaria y a la resiliencia de los ecosistemas, promoviendo prácticas que son beneficiosas tanto para el medio ambiente como para las comunidades agrícolas.
Historia: El término ‘agricultura regenerativa’ comenzó a ganar popularidad en la década de 1980, aunque sus principios se basan en prácticas agrícolas tradicionales que han existido durante siglos. En 1985, el término fue utilizado por primera vez en un contexto formal por el agrónomo Robert Rodale, quien abogó por un enfoque que no solo se centrara en la sostenibilidad, sino que también buscara mejorar la salud del suelo y la biodiversidad. Desde entonces, ha evolucionado y se ha integrado en movimientos más amplios de agricultura sostenible y permacultura, ganando reconocimiento en la comunidad agrícola y ambiental.
Usos: La agricultura regenerativa se utiliza principalmente en la producción de alimentos, pero sus principios también se aplican en la restauración de tierras degradadas y en la gestión de recursos naturales. Se emplea en diversas prácticas como la rotación de cultivos, el uso de cultivos de cobertura, la agroforestería y el pastoreo gestionado. Estas técnicas ayudan a mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y reducir la dependencia de insumos químicos.
Ejemplos: Ejemplos de agricultura regenerativa incluyen la implementación de sistemas de pastoreo rotacional en ganadería, donde los animales son movidos regularmente para evitar el sobrepastoreo y permitir la regeneración del pasto. Otro ejemplo es el uso de cultivos de cobertura, como el trébol o la avena, que se siembran entre cultivos principales para mejorar la salud del suelo y prevenir la erosión. Proyectos como el de la finca ‘Polyface Farm’ en Virginia, EE. UU., han demostrado los beneficios de estas prácticas en la producción sostenible de alimentos.