Descripción: El Aislamiento de Aplicaciones es una característica de ciertos sistemas operativos que asegura que las aplicaciones se ejecuten en entornos separados para mejorar la seguridad. Esta técnica permite que cada aplicación funcione en su propio espacio aislado, lo que significa que si una aplicación se ve comprometida, el daño se limita a ese entorno específico y no afecta al sistema operativo principal ni a otras aplicaciones. Este enfoque de seguridad es fundamental en un mundo donde las amenazas cibernéticas son cada vez más sofisticadas. Al segmentar las aplicaciones, se minimizan las posibilidades de que un ataque se propague, lo que proporciona una capa adicional de defensa. Además, el Aislamiento de Aplicaciones facilita la gestión de permisos y recursos, permitiendo a los usuarios controlar de manera más efectiva qué datos y funciones están disponibles para cada aplicación. Esta característica es especialmente relevante en entornos donde la seguridad es crítica, como en el manejo de datos sensibles o en el desarrollo de software. En resumen, el Aislamiento de Aplicaciones no solo mejora la seguridad, sino que también optimiza la organización y el control de las aplicaciones en un sistema operativo.
