Descripción: El ajuste de redundancia en el contexto del autoescalado en la nube se refiere a la práctica de agregar recursos adicionales y duplicados para garantizar la disponibilidad y la continuidad del servicio. Este enfoque es fundamental en arquitecturas de nube, donde la demanda de recursos puede fluctuar drástica y rápidamente. Al implementar el ajuste de redundancia, las organizaciones pueden prevenir la pérdida de servicio en caso de fallos en los sistemas o en la infraestructura. Esto se logra mediante la creación de instancias adicionales de servidores, bases de datos o servicios que pueden asumir la carga de trabajo si un recurso principal falla. La redundancia no solo mejora la resiliencia del sistema, sino que también permite una mejor gestión de la carga, ya que los recursos pueden ser distribuidos de manera más eficiente. En un entorno de nube, el ajuste de redundancia se puede automatizar, permitiendo que el sistema responda dinámicamente a las variaciones en la demanda, lo que resulta en una experiencia de usuario más fluida y confiable. Además, este enfoque es esencial para cumplir con los acuerdos de nivel de servicio (SLA) que muchas empresas establecen con sus clientes, asegurando que los servicios estén siempre disponibles y operativos.