Descripción: El ajuste de tasa de fotogramas es el proceso de modificar la cantidad de imágenes que se muestran por segundo en una pantalla, con el objetivo de lograr visuales más suaves y fluidos. Este proceso es crucial en la experiencia visual, especialmente en aplicaciones que requieren un alto rendimiento gráfico, como videojuegos, software de diseño y reproducción de video. En el contexto de sistemas gráficos, el ajuste de la tasa de fotogramas puede influir en la sincronización entre la generación de imágenes y su presentación en pantalla, lo que puede afectar la percepción de movimiento y la calidad visual. Un ajuste adecuado puede minimizar problemas como el ‘tearing’ (desgarro de imagen) y el ‘stuttering’ (tartamudeo), que son comunes cuando la tasa de fotogramas generada por la GPU no coincide con la frecuencia de actualización del monitor. Se implementan técnicas avanzadas para gestionar esta sincronización de manera más eficiente, lo que resulta en una experiencia de usuario más fluida. La capacidad de ajustar la tasa de fotogramas también permite a los desarrolladores optimizar el rendimiento de sus aplicaciones, adaptándose a las capacidades del hardware y a las preferencias del usuario, lo que es esencial en un entorno gráfico moderno.