Descripción: El Almacenamiento Conectado a la Red (NAS) es una arquitectura de almacenamiento a nivel de archivo que permite que los datos almacenados sean más accesibles a los dispositivos en red. A diferencia de los sistemas de almacenamiento tradicionales que requieren conexión directa a un ordenador, un NAS se conecta a una red local (LAN) y proporciona acceso a múltiples usuarios y dispositivos simultáneamente. Esto se logra a través de protocolos de red estándar, como TCP/IP, lo que facilita la integración con diferentes sistemas operativos y dispositivos. Los dispositivos NAS suelen incluir múltiples discos duros configurados en diferentes niveles de redundancia y rendimiento, como RAID, lo que asegura la protección de datos y mejora la velocidad de acceso. Además, muchos sistemas NAS ofrecen características avanzadas, como la posibilidad de realizar copias de seguridad automáticas, compartir archivos de manera segura y acceder a los datos de forma remota a través de Internet. Esta flexibilidad y accesibilidad hacen que el NAS sea una solución popular tanto para usuarios domésticos que desean centralizar su almacenamiento multimedia, como para empresas que requieren un sistema de gestión de datos eficiente y seguro.
Historia: El concepto de NAS comenzó a tomar forma en la década de 1980, cuando las empresas comenzaron a buscar soluciones de almacenamiento que permitieran el acceso compartido a datos en redes locales. Sin embargo, fue en la década de 1990 cuando los dispositivos NAS comenzaron a aparecer en el mercado, impulsados por la creciente necesidad de almacenamiento centralizado y accesible. Uno de los primeros dispositivos NAS fue el NetApp filers, lanzado en 1993, que ofrecía capacidades de almacenamiento en red. A medida que la tecnología avanzaba, los dispositivos NAS se volvieron más asequibles y accesibles para los consumidores, lo que llevó a su popularización en hogares y pequeñas empresas a lo largo de los años 2000.
Usos: El NAS se utiliza principalmente para el almacenamiento y la gestión de datos en entornos de red. En el ámbito doméstico, permite a los usuarios almacenar y compartir archivos multimedia, como fotos, videos y música, entre diferentes dispositivos, como ordenadores, tablets y smart TVs. En entornos empresariales, el NAS se emplea para realizar copias de seguridad de datos críticos, facilitar la colaboración entre equipos mediante el acceso compartido a documentos y proporcionar soluciones de almacenamiento escalables que se adaptan al crecimiento de la empresa.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de un dispositivo NAS es el Synology DiskStation, que permite a los usuarios almacenar y acceder a archivos desde cualquier lugar a través de Internet. Otro ejemplo es el QNAP Turbo NAS, que ofrece características avanzadas como la virtualización y la integración con aplicaciones en la nube. En entornos empresariales, el Dell EMC Isilon es un sistema NAS utilizado para gestionar grandes volúmenes de datos no estructurados, ideal para empresas que requieren un alto rendimiento y escalabilidad.