Descripción: Una amenaza no detectada se refiere a una vulnerabilidad o ataque de seguridad que no ha sido identificado o reconocido por los sistemas de seguridad de una organización. Estas amenazas pueden ser particularmente peligrosas, ya que operan en la sombra, eludiendo las medidas de protección implementadas. Las amenazas no detectadas pueden incluir malware, ataques de phishing, intrusiones en la red y otros tipos de actividades maliciosas que no son visibles para los sistemas de monitoreo. La falta de detección puede deberse a diversas razones, como la sofisticación del ataque, la falta de actualizaciones en las herramientas de seguridad o la configuración inadecuada de los sistemas de defensa. La identificación y mitigación de estas amenazas es crucial para la seguridad cibernética, ya que pueden resultar en la pérdida de datos, daños a la reputación de la empresa y consecuencias financieras significativas. Por lo tanto, los Centros de Operaciones de Seguridad (SOC) deben implementar estrategias proactivas y tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y análisis de comportamiento, para detectar y responder a estas amenazas antes de que causen daños.
