Descripción: Las amenazas externas son aquellas que se originan fuera de la organización o red, y representan un riesgo significativo para la seguridad de la información y los sistemas. Estas amenazas pueden manifestarse de diversas formas, incluyendo ataques cibernéticos, malware, phishing, y otras tácticas maliciosas que buscan comprometer la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos. En un entorno cada vez más digitalizado, donde las organizaciones dependen de la nube, el Internet de las Cosas (IoT) y la automatización, la identificación y mitigación de estas amenazas se ha vuelto crucial. La seguridad en la nube implica proteger los datos y aplicaciones alojados en plataformas de terceros, mientras que la orquestación de seguridad se refiere a la integración de diversas herramientas y procesos para responder de manera efectiva a incidentes de seguridad. La prevención de pérdida de datos se centra en evitar que información sensible sea divulgada o robada, y la seguridad en IoT aborda los riesgos asociados con dispositivos conectados. La automatización y respuesta permiten a las organizaciones reaccionar rápidamente ante incidentes, y el enfoque DevSecOps integra prácticas de seguridad en el ciclo de vida del desarrollo de software. Herramientas de seguridad como antivirus y sistemas de detección de intrusos también juegan un papel importante en la protección contra amenazas externas, ofreciendo capacidades para detectar y neutralizar ataques.
