Descripción: La arquitectura sin estado se refiere a un diseño donde cada solicitud de un cliente contiene toda la información necesaria para procesar esa solicitud, sin depender de un contexto almacenado en el servidor. Este enfoque permite que cada interacción sea independiente, lo que facilita la escalabilidad y la resiliencia de las aplicaciones. En una arquitectura sin estado, el servidor no guarda información sobre el estado de las interacciones previas, lo que significa que cada solicitud se trata como una transacción única. Esto reduce la complejidad en la gestión del estado y permite que los sistemas sean más robustos ante fallos. Además, al no depender de un contexto almacenado, se pueden implementar fácilmente mecanismos de balanceo de carga y replicación, ya que cualquier servidor puede manejar cualquier solicitud en cualquier momento. Este modelo es fundamental en el desarrollo de APIs y en la implementación de microservicios, donde la eficiencia y la capacidad de respuesta son cruciales. La arquitectura sin estado también promueve la interoperabilidad entre diferentes sistemas, ya que las solicitudes son auto-contenidas y pueden ser procesadas por cualquier componente que entienda el formato de la solicitud. En resumen, la arquitectura sin estado es un principio clave en el diseño de sistemas distribuidos modernos, que busca optimizar la comunicación y la gestión de recursos en entornos complejos.