Descripción: El término ‘bajo ancho de banda’ se refiere a una condición en la que el ancho de banda disponible en una red es insuficiente para satisfacer las tasas de transmisión de datos requeridas por los usuarios o aplicaciones. En el contexto de las redes, esto puede manifestarse en situaciones donde la demanda de datos supera la capacidad de la infraestructura de red, lo que resulta en una experiencia de usuario deficiente, como tiempos de carga prolongados, interrupciones en la transmisión de video o dificultades en la comunicación en tiempo real. El bajo ancho de banda puede ser causado por diversos factores, incluyendo la congestión de la red, la distancia del usuario a la fuente de acceso, o limitaciones inherentes a la tecnología utilizada. A medida que las aplicaciones y servicios digitales continúan evolucionando, la necesidad de un ancho de banda adecuado se vuelve cada vez más crítica, especialmente con el auge de tecnologías como la realidad aumentada, la inteligencia artificial y el Internet de las Cosas (IoT), que requieren grandes volúmenes de datos para funcionar de manera efectiva. Por lo tanto, el bajo ancho de banda no solo afecta la calidad del servicio, sino que también puede limitar la adopción de nuevas tecnologías y servicios que dependen de conexiones rápidas y confiables.
